El primer ferrocarril

Inauguración

El 15 de septiembre de 1873, entra en servicio la primera línea férrea que se construyó y operó en Galicia, con una longitud de 42 kilómetros, 25 años después de la puesta en funcionamiento de la primera línea de la península Ibérica. Unía la estación de Cornes, en el término municipal de Conxo (hoy integrado en el ayuntamiento de Santiago de Compostela), y la estación de Carril, en el término municipal de Santiago de Carril (hoy ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa).

Estación de Cornes 1909

Era un hecho histórico muy importante, porque conectaba Santiago con la costa, y además suponía a fin de las antiguas carruajes como medio de transporte, que tardaban cinco horas en hacer ese mismo trayecto. El Diario de Santiago publicaba: “la monumental ciudad de Compostela, la Roma de Occidente verá con júbilo lucir el ansiado día en que la locomotora le acerque uno de los mejores puertos de este Antiguo Reino”.

El ansiado día de la inauguración, el 15 de septiembre de 1873, todas las estaciones del recorrido estaban atendidas de gente y engalanadas con estandartes, gallardetes, banderinas y otros enfechos en edificios e instalaciones. A las doce menos cuarto en la estación de Cornes, el penitenciario de la catedral el Sr. Palacios, bendice las cuatro locomotoras fabricadas en Inglaterra, mientras en el aire se resonan gran cantidad de hoguetes. A la misma hora en Carril se suelta un globo aerostático con unos pañuelos de seda artisticamente bordados con grafías alusivas al acto colgando de su barca, al quemarse los hilos que los sujentan caen y son recogidos por los asistentes. Uno de estos pañuelos se conserva en la Fundación Camilo José Cela. Como colofón de estos actos, las autoridades, jornalistas e invitados soben al tren y realizan el primer recorrido de la línea férrea, parando en todas las estaciones. Y así, con fasto decimonónico queda inaugurado el primer ferrocarril de Galicia.

Antecedentes

Estación de Cornes 1909

La construcción de esta línea con capital privado, se remite a trece años antes de la inauguración. El proyecto inicial solo contemplaba la llegada a Cesures, porque se pretendía usar la desembocadura del Ulla como puerto de Compostela, pero como esta idea no era viable, se modificó el trayecto y se decidió que el destino fuera Carril. Esto provocó un incremento notable del presupuesto.

Esta obra contará con el apoyo del Ayuntamiento Constitucional de Carril y de la Sociedad de Amigos del Padres de Santiago que había sido la que había madurado el proyecto. La concesión fue otorgada en el 1861 a una compañía de la que era socio, entre otros el gran geógrafo Domingo Fontán, y transferida a la compañía que la explotaría en el 1863, cuando se autoriza por Real Decreto, la creación de la Real Sociedad del Ferrocarril Compostelano de la Infanta Doña Isabel de Santiago al Puerto de Carril, aunque la línea Cornes- Carril era conocida popularmente como «El Compostelano».

Esta sociedad estaba participada por emigrantes gallegos en Cuba, vecinos de Carril y de Compostela. El ingeniero inglés John Stephenson Mould, y su socio italiano Camilo Bertorini, se encargan de la construcción.

Después de muchos problemas económicos, inestabilidad política (sexenio revolucionario) e inclemencias meteorológicas, se inaugura oficialmente el primer ferrocarril gallego, el 15 de septiembre de 1873, cuando era presidente de la Junta Ferroviaria Eugenio Montero Ríos.

A posteriori...

Los vecinos de Compostela aprovechaban los primeros trenes especiales para ir a la playa o hasta el santuario de la Escravitud.

En 1882 la gerencia de la compañía pasa a manos de John Trullock, abuelo de Camilo José Cela. Trullock dirigió durante años la compañía, y para dinamizar su explotación formuló refundir la sociedad El Compostelano en otra nueva y ampliar la línea a Pontevedra, lo que conseguiría en el año 1889.

Molinos de Pombo y puentes de hierro en Coxo (año 1935)

La locomotora que alcanzó mayor fama entre Compostela y Carril se denominaba «Sar» en honor de nuestro río y fue popularmente rebautizada como «La Sarita». Era la locomotora del gerente Trullock, y en la actualidad es una de las iconas de esta línea ya desaparecida. Hizo la última viaje en 1968 en el trayecto Vigo-Vilagarcía.

Ramón María del Valle-Inclán fue otra de las figuras literarias vinculadas al ferrocarril, pues su padre, el escritor Ramón Valle Bermúdez fue accionista y secretario del consejo de administración del ferrocarril compostelán.

En 1886 la compañía cambia su nombre por el de «The West Galicia Railway Company Limited», posteriormente reducida a «The West Galicia», y popularmente conocida como la «Te-Bes». Además, la compañía trasladó su domicilio social a Londres, así como el Consejo de Administración, aunque la Gerencia estuvo siempre en Vilagarcía.

En 1928 la compañía gallega es absorbida por la MZOV, y esta posteriormente, por la Compañía Nacional de Los Ferrocarriles del Oeste de España, que se integrará en la recientemente constituida RENFE en 1941.

En el año 1992 cierran definitivamente los talleres ferroviarios creados en Vilagarcía de Arousa en 1880, y finalmente en 2007, con la entrada en servicio del nuevo trazado de la línea del «Eixo Atlántico», se pierde el viejo apeadero y antigua estación de Casal.