Un río muy activo

El río Sarela es un afluente del Sar. Nace a los pies del monte Pedroso, en la parroquia o pedanía de A Peregrina (coordenadas GPS 42.913706, -8.556931). Discurre a lo largo de 10 km rodeando a la ciudad de Santiago por el Este. En su recorrido atraviesa las pedanías de A Peregrina, Vista Alegre, San Paio y Vidán. En el lugar de Ponte Vella da Rocha desemboca en el río Sar (coordenadas GPS 42.866526, -8.574371).

La ribera del Sarela es de antiguo un espacio intensamente humanizado, y hasta hace pocos años tuvo una gran importancia para la economía de Compostela. Las fuentes documentales ponen de manifiesto la relevancia de este río como lugar de paso, como productor agrario principal de la ciudad y como foco industrial del capitalismo incipiente del período entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Ya en el siglo XVI los datos sugieren una alta ocupación del río.

Puente del Carme de Abaixo

En el tramo entre el puente del Arcebispo (hoy del Carmen de Abaixo) y la desembocadura en el Sar en Vidán, la ribera del Sarela es una sucesión de molinos desde tiempos medievales: molino de los Cóengos, el de Santa Clara o de La Ponte, el de la Carrera, el de La Laxe, el de los Chouciños, el de las Hogazas, el de los Tortos, el de Bugallido, el de Vidán, el de Novás…, y casi no hay ninguno de uso privado. Muchos de ellos tienen dos ruedas y una pequeña huerta para completar los ingresos de quien lo explotaba en régimen de alquiler. Las tierras de labor de sus riberas abastecían de patatas, maiz y verdura, como grelos y repollo, y otros productos el Cabildo de la Catedral y la Plaza de Abastos, entrando a la ciudad por la calle de las Hortas.

Como consecuencia de esta humanización, el río Sarela tiene una riqueza microtoponímica que sorprende a propios y extraños. Cada tramo del río tiene uno o varios nombres. Como el río del Espiño, río de A Ponte y río de los Sapos es conocido en el entorno de Santa Isabel-Galeras; río del Arcebispo es una denominación genérica pero que parece aplicarse específicamente a la ribera del Carmen, entre el Espiño y San Lourenzo; y ribera de San Lourenzo o río de los Chouciños en el tramo final de San Lourenzo a Vidán.

Según un informante, vecino de Santa Isabel, la Universidad efectuó recientemente análisis de la calidad del agua del río y los resultados sorprendieron a los propios analistas. Salvo un Ph un poco bajo, las aguas del Sarela son de una gran calidad, y buena muestra de esto es la numerosa fauna acuática que se puede observar en él, desde abondosas truchas y escalos hasta anguílas, zapateros y cabalitos del diablo.

El Sarela en Galeras

El val del Sarela constituye un espacio umbro y secreto, protegido por el bosque de galería que acompaña el lecho del río. En el tramo alto, el margen izquierda presenta como fondo escénico las traseras de las edificaciones de la carretera de Santa Comba, mientras que el margen se derecha se funde con las abastezas del monte Pedroso.

En su curso, a día de hoy, podemos ver molinos, restos de presas, fábricas en ruinas o transformadas en viviendas, lavaderos, funtes, puentes y pequeños puentes. Y ocultos bajo el césped, en el parque de Galeras, «descansan» el resto del edificio Castromil desde 1975.

É fácil imaxinar que ese mesmo río que hoxe baixa solitario ao encontro co Sar houbo tempos en que desbordaba de xente e actividade.