Intentando recuperar la memoria del río, hicimos algunas averiguaciones para encontrar zonas de baño antiguas y sólo encontramos referencias de una: la playa de Conxo. Con ese nombre claro está que no es una zona de baño cualquiera, porque esta era la playa donde se iba a bañar la burguesía de la ciudad, lo que puede explicar que Carmiña, protagonista femenina de “La Casa de la Troya” sale de paseo hasta Pontepedriña en un pasaje del libro escrito por Alejandro Pérez Lugín en 1915 y ambientado en el Santiago estudiantil a principios del siglo pasado. También recuerdan las personas mayores, que los señoritos subían a leer sobre unas rocas al otro lado del río, en la zona del Restollal. La playa fue noticia en los años veinte, porque un interno del psiquiátrico apareció desnudo entre las numerosas personas que la abarrotaban, causando gran consternación y escándalo.
Río Sar

Podemos subir a esas rocas e imaginar el río cien años atrás. A nuestros pies el Sar, más allá campos y detrás de ellos la estación de Cornes, más campos y fincas a nuestra derecha, en lo que hoy es el Ensanche. A la izquierda la gran robleda en la que se celebró el famoso Banquete, a su lado sobresaliendo majestuoso el Monasterio y las casitas que siglo a siglo fueron creciendo a su alrededor haciendo el barrio. Si hubiéramos estado en el mes de septiembre, escucharíamos y veríamos los cohetes, la música y los murmullos de la gente que asistía a las famosas y concurridas fiestas de la Merced o de San Serapio.
La playa se encontraba, al parecer, en el gran meandro que hace el Sar dentro de la finca del Psiquiátrico, un poco más abajo de las ruinas del antiguo lavadero por la zona del Belvedere, y tenía detrás lo que quedaba de la robleda donde se había celebrado el famoso Banquete de Conxo.