Patrimonio en el entorno del Sar
Capilla de San Blas
La entrada del recinto amurallado que rodea la Colegiata hay una fuente y una pequeña capilla dedicada a San Blas. El 3 de febrero se celebra una concurrida romería en honor de este santo abogado de los males de la garganta.
Puente de Sar
El puente de Sar, situado al lado de la Colegiata, fue construido salvando el último obstáculo fluvial ya en el final de la vía de la Plata, o antigua ruta que conectaba la ciudad con Ourense y Castilla. Está vía penetraba en la ciudad por la puerta de Mazarelos o por la puerta de la Mámoa. Una vez pasado el puente se iniciaba el último tramo de subida por las actuales calles de Sar y de Castrón Douro.
El puente es de estilo románico del siglo XII. Se compone de tres ojos -lo que da idea de que el caudal del río era en aquellos tiempos más abundante- construidos con cantería granítica fuerte y bien recta, con tajamares de sección triangular y pretiles de perpiaño con agujeros de desagüe en su bases. Constituye un buen ejemplo de la funcionalidad de este tipo de construcción.
Tiene una longitud de 22 metros de largo por 3,50 de ancho y una altura aproximada de 5 metros en el punto más alto.
Capilla de Santas Mariñas
Capilla construida en la ladera del monte del mismo nombre. Su planta es de una sencillez extrema, de una sola nave con cubierta a dos aguas y de pequeñas dimensiones. Tiene en su fachada principal una pequeña espadaña y una puerta rectangular por toda decoración. Muy cerca, el conjunto se completa con una fuente de piedra de estilo rústico donde antiguamente se celebraba el 18 de julio la festividad de la santa, una concurrida romería típica del rural gallego en la que las solteras sacaban a la Virgen en procesión alrededor del templo.
Actualmente, es en esta fecha el único día en el que se abre la capilla para la fiesta y la procesión. La asociación de una fuente y una capilla es una constante en este tipo de santuarios, de los que este es una buena muestra por la sencillez y funcionalidad con la que está ejecutada.
Vecinos de la zona cuentan que hace muchos años la fuente contaba con lavaderos
Calzada de Sar
Fuentes citadas por López Alsina (1988:135) documentan la llegada del vino por esta vía ya en el siglo XII. En la Edad Media, los caminos de acceso a la ciudad de Santiago podían ser lugares peligrosos para el tránsito, sobre todo en invierno debido a las lluvias y a las crecidas que formaban lodazales que dificultaban el paso a las personas y a las bestias. Diversos testigos hablan en un informe de mediados del siglo XVI de ver como los carros quedaban empantanados y las bestias se hundían «hasta la barriga», teniéndose que descargar con gran peligro. Este informe pone de relieve los grandes daños que la situación de los caminos producía a la ciudad, moradores, peregrinos y gentes que acudían a los mercados. Entre los caminos que se citan como peligrosos está el que pasaba cerca de Sar. Para atajar el problema, el informe citado aconsejaba canalizar las aguas y hacer calzadas de piedra.
La Calzada de Sar junto con el Camino Real de Piñéiro son elementos singulares del patrimonio histórico de Santiago. La Calzada de Sar resulta ser un tramo bien conservado del Camino Real de Castilla. Con unas medidas de 350 metros de longitud por unos 4 metros de ancho, conserva el pavimento y diseño del siglo XVIII. Estas fechas coinciden con la época en la que se promulga el Real Decreto de 10 de junio de 1781, firmado por Carlos III, que supone el primero plan general de caminos bien pavimentados de España. Entre Piñeiro (en la parroquia de O Eixo) y la ermita de Santa Lucía se conserva otro pequeño tramo del Camino Real de Castilla.
Crucero de Sar
Mide unos 4 metros sumando la base, el fuste y la cruz. El fuste, de forma octogonal, tiene un perímetro de 0,87 m. Cuenta con una notable grada, base cúbica y capitel con volutas, así como con tallas de la Virgen y de Cristo, este totalmente pegado a la cruz. Está situado en el cruce de los caminos que van a Aríns y a Angrois en un terreno de ligera pendiente, y asentado sobre una base escalonada con cinco escalones hacia el poniente y tres cara al oriente. La base del fuste tiene una inscripción que la circunda prácticamente ilegible.
El material en el que está hecho es de granito y posee restos de grandes grapas de hierro de unión entre los escalones y entre la base y el fuste. Los cruceros, como este que nos ocupa, forman parte de una larga tradición viaria de destacada importancia, por lo menos desde la época medieval. Hay que relacionar el origen del topónimo del lugar, Crucero de Sar, con este elemento vinculado a la Calzada Real próxima.