La ruta del nacimiento

Emprendemos este singular recorrido en un espacio donde asistimos al nacimiento del río Sar.

Se trata de uno de los múltiples afloramientos a través de fuentes. Comenzamos con un humilde lecho entre saucedales, con un agua cristalina, para a los pocos metros abandonar la zona arbolada. Atravesaremos los túneles de la autopista para continuar nuestro camino peatonal con la compañía del sonido del agua hasta llegar a una zona de prados en Amio. Aquí pasamos a cargo de una antigua curtiduría que, según los datos, estaba en funcionamiento en el año 1805. En la actualidad sólo podemos ver alguna canalización y algún muro de la fábrica.

Las diversas pasarelas sobre el río nos permitirá serpentear entre la variedad de caminos, carreteras y vías férreas que encontraremos a nuestro paso. Ya en el robledal encontramos un enclave donde podemos reducir nuestra marcha para disfrutar de un par de molinos, el de la Carballeira, que aún mantiene la pala y un bonito canal, y el de Os Cuarteis, que conserva las piedras de moler. También observaremos una fuente, a la que se le puso cemento por encima en el año 1982, desfigurando su antiguo aspecto. El siguiente elemento que llamará nuestra atención será el pie de un molino que encontraremos a nuestra izquierda sin tan siquiera ver el río en ese momento. Más adelante encontraremos las otras partes del molino de Os Teixos. Esto es debido a que fue trasladado en 1927 por la construcción de la vía férrea. Con el agua otra vez de compañera avanzamos disfrutando de la naturaleza y de la aportación del arroyo de Amio, hasta entrar en la zona de Paredes.

Este lugar contiene abundantes elementos de interés. En primer lugar el molino de A Ponte, en bastante buen estado de conservación, y más adelante una fuente en la que podremos refrescarnos antes de llegar por una «pontella» al espectacular y recuperado molino de Paredes. Desde aquí avanzamos hasta llegar al molino de la Mañoca y a la curtiduría del Viso, que se encuentra en desigual estado de conservación pero en el que todavía podemos observar parte de los antiguos secaderos y de las edificaciones productivas levantadas en 1821.

Descendemos hasta pasar por el antiguo túnel del ferrocarril para llegar a un espacio de transición entre la realidad urbana y el campo. En los prados tenemos la posibilidad de ver aún algún ganado ajeno a la realidad urbana que lo rodea. En esta área está el molino del Vieiro y un poco más adelante dos fuentes, la del puente del Viso y la de las Casas da Hedra. Ya en el multiusos comienza un tramo con una espectacular importancia etnográfica relacionada con la arquitectura del agua como testimonian cinco molinos y un sistema de canales, riegos, muros, lavanderías, presas, pasales, y puentes que podemos disfrutar. Destaca el puente de Sar y la impresionante Colegiata de Santa María la Real, del siglo XII y estilo románico, declarada en 1895 monumento nacional. Cruzamos aquí la Vía de la Plata para continuar con un paisaje de blancos enmarcada entre cultivos y terrazas y podemos refrescarnos en la fuente de los Capitanes antes de llegar al parque Eugenio Granell.

Entrando en Conxo, antes del túnel debajo de la SC-11, encontramos dos molinos, el de Micas y el de Parceiros, y la fuente y lavadero de Pontepereda. Continuamos con  un pequeño tramo por una zona asfaltada entre viviendas hasta que llegamos al Bosque del Banquete de Conxo. En este espacio, los elementos de interés compiten en espectacularidad: el roble, árbol del año 2022 en España, los molinos, el mosaico conmemorativo del Banquete de 1856 y las fuentes, entre las que destaca la de la Virgen de la Concha que ya nombraba en el siglo XVII Tirso de Molina; y todo ello arropado por una flora espectacular. Si disponemos de tiempo podemos acercarnos al monasterio de Conxo, a unos 300 metros, que aún conserva el imponente claustro románico del siglo XII.

Terminamos esta experiencia en la zona de Torrente abrazados por el Sar cerca de la desembocadura del arroyo de Chaián.