Cabecera del Sar
El nacimiento
El nacimiento de un río es el lugar donde se inicia la corriente. En el caso del Sar, su recorrido comienza en San Marcos, en un lugar conocido como Fonte dos Cachos en la parroquia de Bando (cerca de la residencia de ancianos y de la asociación ASPAS). Nace de un manantial. Los manantiales se originan por la filtración del agua de la lluvia o de la nieve, que penetra en un área y emerge en otra de menor altitud. Generalmente los manantiales van ligados a la presencia de niveles impermeables en el subsuelo que impiden que el agua se siga filtrando, y la obligan a salir a la superficie por desborde. A partir de ahí el agua, por efecto de la gravedad, buscará salida, descendiendo siempre hasta desembocar en el mar o en otro curso fluvial, y formando el cauce que, junto con la geología del terreno, irá transformando el paisaje dando lugar a valles, gargantas, cascadas, remansos, brañas…

Recorrido del Sar de norte a sur
Desde el nacimiento de los Cachos, el Sar desciende de cara al Polígono de Costa Vella. En su primer tramo, tanto el lecho como los márgenes están muy alterados por las numerosas infraestructuras que se han ido construyendo desde los años setenta del siglo pasado, la autopista A-P9, el periférico, la autovía Santiago-Lugo y la vía de alta velocidad del ferrocarril, que cortan el curso del río en numerosos lugares obligándolo a pasar por túneles, canalizaciones y aliviaderos. Aún así, la cabecera del Sar presenta lugares de gran encanto donde el camino discurre entre bosques de sauces, alisos o robles. Desde San Lázaro, el Sar avanza encajado entre el periférico y la ladera del monte Viso para, una vez que atravesamos el río por el túnel de la vía del ferrocarril, entrar en un paisaje agrario bien conservado, de prados húmedos y tierras de labor, en los lugares del Viso y Cotaredo.
A partir de aquí entramos en las Brañas de Sar que se prolongan hasta la rotonda de Pontepedriña. Estas brañas atesoran un rico patrimonio de arquitectura da auga ejemplo de un sistema agrario tradicional, que utilizaba el agua como fuente de energía renovable. Por su importancia, abundancia y calidad, estos elementos tradicionales merecerían una protección y mantenimiento mejores.
Una vez pasamos la glorieta de Pontepedriña entramos en el parque Eugenio Granell, el segundo más extenso de Santiago después del Campus Sur, inaugurado en 2003. Es un hermoso parque urbano en el que crecen treinta especies diferentes de árboles y donde destaca el bosque de galería del río Sar. Este contiene varias especies de fresnos: el fresno común (Fraxinus excelsior), el fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) y el fresno rojo (Fraxinus pennsylvanica), que sólo crece aquí y en la Alameda. También crecen sauces (Alnus glutinosa), alisos (Salix atrocinera) y la carballeira del Restollal, que posiblemente estuvo unida a la carballeira de Conxo antes de las talas masivas que sufrió esta entorno.
Pasando otro túnel en el recorrido por el Sar entramos ya en el barrio de Conxo. Aquí el río atraviesa el Bosque del Banquete de Conxo en la antigua finca del monasterio mercedario y que a partir de 1885 pasó a ser el jardín y la zona de paseo del Manicomio de Conxo, en su tiempo el más moderno de España. Por este motivo, este bosque mezcla robles de la antigua carballeira de Conxo, especies propias de bosques de ribera junto con especies ornamentales plantadas cuando el centro psiquiátrico era una de las mejores casas de descanso de toda Europa.
Desde el nacimiento del Sar hasta el lugar de la cascada, estamos ante casi 13 km de senda que transita por un variado e interesante itinerario fluvial que bordea el este de la ciudad de norte a sur, flanqueado en la margen derecha por la fachada urbana y por los montes Viso, Gaiás, Santas Mariñas, Seixo y Cruxeiras en el margen izquierdo.

Afluentes del Sar
En el curso del Sar por el entorno del Polígono de la Costa Vella, el Sar recibe las aguas de un pequeño arroyo, el Berce del Sar. Más adelante encontramos el segundo afluente, el regato de Amio, que nace en la parroquia de San Caetano en la zona de la calle de los Forniños; de ahí discurre entre Mallou de Arriba y Mallou de Abajo, dirigiéndose al lugar de Amio, desembocando en el Sar cerca de la nacional 634. En su recorrido por el Ayuntamiento de Santiago, el Sar recibe las aguas de otros cuatro afluentes de cierta entidad, todos por su margen derecha. El principal es el Sarela, que desemboca en el Sar en Vidán. Ya en la Barcia desembocan los regatos de Fontecova y Puerto Marelo. Y por fin, en la parroquia de Villestro, el río Roxos desemboca en un Sar ya crecido al pie de la antigua fábrica del Pego, en una entorno natural donde se conservan preciosos robledales además de restos prehistóricos e históricos, como el Petróglifo do Souto, cruces de término y las antiguas presas medievales que se creen pertenecían al monasterio de Conxo.
Elementos patrimoniales de la cabecera del Sar
En el tramo desde el nacimiento hasta El Viso podemos encontrar pequeños puentes, como el Puente Grande de Mallou, en el arroyo de Amio, o los de Paredes, en el Sar. En el arroyo de Amio quedan restos de un molino, el de Mallou, que cuenta con un canal muy interesante. Ya en el Sar encontramos los molinos de los Cuarteles, de la Carballa, de los Tejos, de la Ponte, de Paredes y de la Mañoca. Río abajo, en el Vieiro llegó a haber tres, de uno no queda nada, de otro quedan algunos elementos como el pie y la rueda de moler esparcidos en un prado, y el tercero se mantiene en pie pero sin cubierta, conservando también un interesante canal. En cuanto a fuentes, en el regato de Amio, también conocido en la zona como de Ponte do Medio, encontramos dos, la Fuente Grande de Mallou y la fuente de los Leprosos, y en el Sar destacan la fuente de la Carballa, en Amio, y la fuente de Paredes, esta muy bien conservada.
También se conservan restos de la actividad fabril del siglo XIX. Se trata de los restos de dos curtidurías que, con mayor o menor fortuna, funcionaron en la orilla norte del Sar. La más importante fue la del del Viso, de la que quedan en pie algunas construcciones y los secaderos. Aguas arriba, muy próximo a la actual vía del ferrocarril Santiago – A Coruña, está la modesta curtiduría de Amio, también conocida como Casa das Brañas, que conservar sólo alguna canalización y los restos de un par de muros de la fábrica. En el libro A Compostela industrial. Historia e pegada das fábricas de coiros no concello de Santiago, se habla de una tercera fábrica, la de San Marcos, que sería una instalación de carácter muy modesto de la que no queda ningún vestigio.