El río de Santa Lucía
El Santa Lucía es un afluente del Ulla, al que se une un poco más abajo de Pontevea. Nace en tierras de Santiago, concretamente en Bando, cerca del campo de tiro del ejército, hoy en ruinas. Desde ahí baja por tierras de Aríns, donde recibe las aguas de su primer afluente, el arroyo de Fonte Estrapuza, que nace más arriba de las minas de Fornás. Estas minas eran el principal yacimiento de pirita de España. Fueron explotadas ya por los romanos, y aprovechadas hasta hace pocos años por la empresa minera Riotinto S.A.
El río Santa Lucía continúa su recorrido por tierras de O Eixo, atraviesa por un túnel la vieja vía del ferrocarril, un lugar con un encanto especial, y algo más adelante pasa por debajo del viaducto del tren de alta velocidad (construido en el año 2007, mide 85 metros en su punto central). Nada más pasar este punto, a la izquierda del camino, nos encontramos con un rincón especial, formado por una pasarela de piedra bien conservada, que atraviesa el canal de un precioso molino al fondo de un prado, que aún se usa para la moledura.
El río continúa hacia las cercanías del castro del Coto de Vixoi, donde veremos más pasarelas y molinos en mejor o peor estado. Más adelante, pasa al lado de la capilla de Santa Lucía, y justo ahí recibe las aguas del arroyo de Angrois. Este nace en el Gaiás y baja paralelo al Camino de Santiago, y al tramo que se conserva del Camino Real de Piñeiro.
Aguas abajo de la capilla podemos ver otro molino con un hermoso “pousadoiro” (pieza de piedra que suele estar al lado de la puerta, y sirve para colocar los sacos de grano). Desde ahí, el Santa Lucía está canalizado por debajo de la carretera N-525 y marcha en dirección a las tierras del ayuntamiento de Teo. Pero antes recibe las aguas de su último afluente en tierras de Santiago, el arroyo de los Ballotes, también conocido como arroyo de Marrozos, ya que atraviesa esta parroquia. Los Ballotes nace en una braña ubicada arriba de Gamás, bordea el castro del Croto de la Susana y desemboca en el Santa Lucía cerca de Corexo. Antes de salir del ayuntamiento de Santiago el Santa Lucía recibe las aguas de otros dos pequeños afluentes, el arroyo de Bornais que nace cerca del colegio Peleteiro, y el de Covas, que lo hace en la urbanización de los Tilos.
El Santa Lucía y sus afluentes forman un valle de suaves pendientes, donde abundan los bosques, prados y cultivos. Está surcado por numerosos caminos de tierra que invitan a la exploración y el paseo. Tiene elementos que lo hacen singular, como la vieja vía del tren que casi no se usa (pero por la que aún pasa algún tren de mercancías); y nos encontraremos con frecuencia con su trazado, con sus estrechos pasos subterráneos y sus puentes. Por esta vía llegaban los Reyes Magos a Santiago procedentes de la estación de A Susana, donde se formaba la comitiva. Cuentan las gentes de la zona que el vecindario aprovechaba el “tren real” para acercarse a Santiago y ver la cabalgata; un día quisieron impedírselo y el aguerrido vecindario del valle de Santa Lucía se rebeló consiguiendo que nunca más les impidieran viajar con las majestades de oriente.
Tanto el río como sus afluentes contaban con numerosos molinos, lo que indica que el cultivo de cereal en esta comarca era importante. Calculamos que habría entre 40 y 50 molinos. Hoy, como hemos dicho, quedan dos en uso, y alguno más en buen estado de conservación. Otros están tan abandonados que se funden con el bosque a modo de galería, de forma que parece que nos invitan a jugar al escondite.