De la Susana a Santiago

El recorrido desde A Susana a Santiago por el Camino del Sureste es la última etapa del Camino, que va del albergue de Outeiro (Vedra) a Santiago. Desde Outeiro a la Susana hay casi 8 km por pistas de tierra entre abundantes bosques de eucaliptos y pinos, menos un pequeño tramo de carretera. Esta etapa pasa justo al lado del Centro de Visitantes da Susana, que ocupa una antigua escuela unitaria hoy rehabilitada. Desde aquí, el camino atraviesa la nacional N-525, cruce en el que hay que tener mucha precaución. Un pequeño tramo después volvemos a cruzar la N-525 por un túnel, y poco después atravesamos por un puente el arroyo de Os Ballotes, afluente del Santa Lucía. A su derecha hay un antiguo molino. Pasados Os Ballotes, el camino sube entre terrenos y algún bosque hacia Aldrei, una pequeña aldea a la entrada de la cual hay un conjunto formado por un lavadero, una fuente de piedra y un cruceiro.

Paso polo Camiño Real
Camino Real empedrado

Atravesamos Aldrei y a partir de aquí iremos por carreteras asfaltadas de concentración parcelaria con casas aisladas. Cruzamos la antigua vía del ferrocarril, hoy casi en desuso, por un estrecho túnel y la seguimos un tramo en dirección a la capela de Santa Lucía, desde la que se afronta el tramo más hermoso de esta etapa, el que va de la capilla de Santa Lucía a Santiago.


Vale la pena parar y gozar del entorno de la capilla donde encontramos una vieja fuente, un crucero con un alto varal, un viejo molino bien conservado detrás de la iglesia y un puente de piedra que salva el río Santa Lucía y que forma parte del viejo Camino Real de Piñeiro, del que se conserva un pequeño tramo con piedras gastadas por el paso de gente y carruajes, que va paralelo al arroyo de Angrois.


El viejo Camino Real nos déja en la entrada de Piñeiro. Atravesando esta aldea, pasamos cerca del robledal que tiene en el centro, donde se celebra el domingo de Carnaval, el alto de los Xenerais da Ulla, el más concurrido de Compostela. Vamos dejando atrás Piñeiro por encantadoras calles cubiertas de emparrado que en los días calurosos de verano dan sombra, algo muy de agradecer. Fuera ya de la aldea empezamos a subir hacia Angrois por un buen camino de tierra al que dan sombra robles y castaños. Caminamos en paralelo al arroyo de Angrois, otro afluente del Santa Lucía, que nos regala unas vistas preciosas de prados verdes y bosque de galería.

Antes de Angrois, podemos atravesar la autopista AP9 por debajo de la misma o por un puente y a continuación por otro puente salvamos la vía de alta velocidad y llegamos a Angrois. Desde aquí seguimos hasta el Crucero de Sar, donde atravesamos la calle del mismo nombre para seguir por la antigua calzada empedrada, el Camino Real de Angrois, un tramo de unos 400 metros de una ancha vía que era la entrada histórica de los caminos procedentes de Castilla y Ourense, por donde entraban, por ejemplo, los famosos vinos del Ribeiro. Cruzamos el río Sar por el puente del mismo nombre, construido en el siglo XII, y ya estamos en Compostela. Las gentes que venían por esta ruta, entraban en la ciudad amurallada bien por la puerta de A Mámoa o bien por la de Mazarelos (la única que se conserva de la vieja muralla) donde todavía se puede ver un gravado que recuerda que el vino de O Ribeiro entraba por aquí.