Descripción general
Las brañas, debido a su abandono en los últimos 60 años, constituye una reserva natural en la que podemos avistar fauna salvaje de lo más variada: reptiles, anfibios, aves y mamíferos. Durante la intervención del Obradoiro ECOTUR JUVENIL se pudieron observar patos salvajes a lo largo de todo el río, mirlos acuáticos, salamandras, tritones, serpientes, luciones y nutrias. El vecindario de la zona habla de ver recientemente zorras con crías, tortugas terrestres, jabalís y muchos mochuelos.
En cuanto a la flora, encontramos sobre todo vegetación riparia (riparia viene del latín ripa, que significa ribera de un río). Abundan sauces, alisos, laureles, molinias o lirios. Las investigaciones permitieron determinar que las zonas de ribera son instrumentales en la mejora de la calidad del agua porque poseen una alta capacidad de remoción del nitrógeno que se vierte a los ríos, por lo tanto juegan un importante rol en la gestión del impacto de las actividades agrícolas en estos hábitats.
El clima tibio subhúmedo de Santiago se puede decir que resulta aún más extremo en las brañas. El subsuelo está constituido por dos unidades fundamentales, el sustrato rocoso con predominio de esquistos y la cobertura superficial compuesta por suelos de origen aluvial de textura principalmente areno-limosa.
Las brañas reciben ese nombre por ser terrenos de drenaje deficiente, donde el riesgo más relevante es de inundación. La contaminación de las aguas superficiales y subterráneas origina de forma directa y difusa un impacto del medio que se intensifica en especial en puntos de vertido, coincidentes con la evacuación de aguas residuales urbanas y pluviales.
Uso de los suelos
La tendencia es al abandono de la ocupación agrícola sin darle otro uso económico. Las antiguas tierras de cultivo se abandonaron y progresivamente se fueron repoblando con vegetación espontánea, conservándose todavía algunas fincas sometidas a cultivos de rotación de autoconsumo y campos de siega.
La vegetación higrófila (vegetación de ambientes acuáticos como puede ser la ribera de un río) que caracteriza las Brañas del Sar, constituye un hábitat de gran valor biológico. Además de su interés de conservación, tienen un interés paisajístico y recreativo, productivo para el ganado, como regulador hidrológico por la retención que contiene la erosión, y un valor cultural y patrimonial como ejemplos de un paisaje que en otros tiempos fue mucho más abundante.
Su composición arbórea es casi exclusivamente de alisos (Alnus glutinosa) y sauces de diversas variedades (Salix sp.), así como Iris pseudacorus o lirio amarillo.
Los usos del suelo reflejan la realidad actual de aprovechamiento del territorio:
- Uso agrícola
Se incluyen las zonas agrícolas de explotación más intensiva en la actualidad, que se corresponden con las zonas de labra más antiguas. Están situadas en las zonas más altas y más pendientes. Son las tierras de mejor calidad y de más fácil manejo tras largos períodos de labra. Esta clase comprende los pequeños campos mejor drenados, las tierras de labradío (principalmente con cultivo de patata, maíz, col y grelos) y las huertas de autoabastecimiento del sistema agrícola tradicional gallego.
- Uso ganadero
Son los terrenos destinados a campos de pasto o de siega. Engloba las zonas más deprimidas o próximas a lechos, en las que los únicos aprovechamientos posibles consisten en siegas de forraje durante el verano y pastoreo en extensivo en las zonas mejor drenadas con muy baja carga ganadera. Las especies constitutivas de estas praderas alternan vegetación natural higrófila con herbáceas introducidas por siembra.
Además de su interés de conservación, tienen un interés paisajístico y recreativo, productivo para el ganado, como regulador hidrológico por la retención que contiene la erosión, y un valor cultural y patrimonial
- Zona en desuso
Recoge todas aquellas zonas donde el aprovechamiento agrícola está excluido. Entran en esta categoría tierras donde la vegetación predominante es espontánea, en diferentes agrupaciones vegetales, por ejemplo zonas de vegetación húmeda, vegetación formada básicamente por alisos y sauces, matorral, tanto de tojo como de zarzales, y en algunos casos con arbolada espontánea. Esta zona es la que posee mayor potencialidad ambiental de las brañas. También incorpora las zonas que poseyeron mayor potencialidad agrícola, como son las parcelas de regadío comprendidas entre el río y los canales de riego.
- Uso forestal
Incluye el suelo de uso forestal, principalmente con chopos, (Populus, spp), susceptible de aprovechamiento maderero.
- Zona de uso no agropecuario.
Se refiere a las zonas no productivas en términos de suelos o vegetativos. Incluye esta zona la superficie urbanizada, con edificaciones, zonas de equipamiento deportivo (como es el caso del campo de fútbol) y las vías urbanas.
Isla vegetal
La fauna que debería estar presente estaría integrada, básicamente, por peces y anfibios, pero también por aves acuáticas y mamíferos que obtendrían su alimento del corredor fluvial. Las brañas son un hábitat para gran variedad de anfibios, así como de aves insectívoras. Las masas de matorral suministran refugio a los mamíferos, que encuentran gran parte de su dieta en los frutos que producen, y también sirven de lugar para anidar.
La presión humana, debido a las continuas obras de infraestructuras y a la deficiente calidad de las aguas, convirtió este espacio en un conjunto de ausencias de cantidad y variedad de especies.
Entre los elementos definitorios del paisaje de las brañas podemos diferenciar los terrenos que fueron alterados por la mano humana para conseguir una mayor productividad y aquellos cuyas características son tan extremas que la única productividad es la asociada a los pastos.
Podemos decir que estamos ante una isla vegetal dentro de un entorno urbano, donde el arbolado cobra una especial importancia volumétrica. Ese aislamiento, debido a la baja accesibilidad y tránsito, garantiza la preservación de sus hábitats especializados, acogiendo y refugiando una singular diversidad ecológica.
Elementos del paisaje: flora
El paisaje se encuentra determinada por varios elementos, que pueden agruparse en tres categorías: abióticos (relieve, litología, clima, agua, suelo), bióticos (vegetación, fauna) y antrópicos (que abarcan todas las infraestructuras e intervenciones humanas sobre el medio natural).
La protección de estos sistemas naturales contribuye activamente al mantenimiento de la biodiversidad, de la que los ríos constituyen auténticos canales de naturaleza en la ciudad. Es necesario, por lo tanto, aprovechar y potenciar las características de los sistemas ambientales como activos en la protección ecológica y en la restauración periurbana con base ambiental.
La vegetación higrófila que caracteriza las Brañas del Sar constituye su activo natural de mayor interés, dando cabida a tres hábitats con las siguientes características:
Campos higrófilos
Vegetación: el senecio (Senecio aquaticus), molinias o molineas (Molinia caerulea). A menudo estos campos proceden de cultivos de herbáceas sembrados que evolucionan para juncales, Juncus effusus (xunca, hierba xunqueira), en las depresiones del terreno más húmedas.
Vegetación riparia o de ribera
Su composición arbórea es casi exclusiva de alisos (Alnus glutinosa) y sauces de varias variedades (Salix sp.), entre los que se intercala algún roble (Quercus robur) y laurel (Laurus nobilis). También es observable, en los claros, algún saúco (Sambucus nigra).
En relación a la vegetación menor constitutiva del sotobosque (arbustos, hierbas o matorrales que crecen debajo de los árboles de un bosque) es destacable la escasez y a menudo la ausencia casi total.
Vegetación de zona húmeda
Especies características: lirio amarillo (Iris pseudacorus), lastón (Carex paniculata subsp. lusitanica), salicaria (Lythrum salicaria).
En zonas encharcadas y con aguas estancadas surge un croquis de vegetación lacustre o de zona húmeda. Se trata, sin duda, del más valioso de las brañas.
Estas manchas de vegetación se presentan aisladas en depresiones del terreno que facilitan el embalsamamiento de agua, en zonas de pendiente prácticamente nula.
Existe un claro objetivo en el mantenimiento, conservación y vigilancia de la composición florística de estos hábitats, donde destacan especies como: alcaravía, canabrazo, carbea, (Carum verticillatum), berro de campo (Cardamine pratensis), juncos de bonales (Juncus acutiflorus), tormentila, sietenrama (Potentilla erecta), lotera, cuernecillo grande (Lotus pedunculatus), junquillo (Eleocharis sp), molinia, molinea (Molinia caerulea), Deschampsia sp, hierba centella (Caltha palustris), orquídea de los pantanos (Epipactis palustris), clavelito (Dianthus deltoides), cardos (Cirsium tuberosum), viola (Viola Palustris), lengua de cobra (Ophioglossum vulgatum).
También están presentes:
- Especies arbóreas como el roble (Quercus robur) con algún ejemplar aislado, el castaño (Castanea sativa), el aliso (Alnus glutinosa), el sauce (Salix spp), el chopo (Populus tremula), el abedul (Betula alba) o el olmo (Ulmus glabra).
- Especies arbustivas como laurel (Laurus nobilis), espino (Crataegus monogyna), fresno (Fraxinus excelsior), avellanillo, arraclán (Frangula alnus), espino albar (Crataegus monogyna), peral bravo (Pyrus cordata), saúco (Sambucus nigra ), árbol de la serpiente, evonimo, bonete de cura (Euonymus europaeus), madreselva (Lonicera peryclimenum), hierba de las almorranas, celidonia menor (Ranunculus ficaria), hiedra silvestre, hierba de los bollos (Glechoma hederacea), pie de buey, nabo del diablo (Oenanthe croccata), senecio (Senecio nemorensis), valeriana, bortolo (Valeriana pyrenaica), amapola silvestre (Anémona nemorosa), lengua de buey (Pentaglottis sempervirens) etc.
- Plantas herbáceas como la cola de perro (Cynosorus cristatus), el dáctilo (Dactylis glomerata), el aciano negro (Centaurea nigra), el trébol blanco (Triflolium repens), trébol rojo o violeta (Trifolium pratense).
- Plantas acuáticas: ranúnculo acuático (Ranunculus aquatilis), cola de zorro (Myriophyllum verticillatum), peste de agua (Elodea canadensis), lenteja de agua (Lemna minor)
Fauna
La fauna presente en las Brañas de Sar está compuesta básicamente por anfibios (renacuajos, larvas de ranas y sapos), salamandra común (Salamandra salamandra), tritón (Lissotriton boscai); reptiles como las lagartijas (Podarcis bocagei), la culebra de collar (Natrix natrix) o lución (Anguis fragilis); pero también por aves como el mirlo acuático (Cinclus cinclus), el mirlo común (Turdus merula), patos salvajes (ánade real o Anas platyrhynchos), mochuelos (Bubo bubo), garzas (Ardea cinerea), lavanderas (Motacilla alba), urracas (Pica pica) y otros córvidos, petirrojos (Erithacus rubecula), pardales (passer domesticus), estorninos (Sturnus vulgaris) y otros pájaros insectívoros; y mamíferos como la nutria (Lutra lutra) o los zorros (Vulpes vulpes). Las masas de matorral les suministran refugio a los mamíferos y también sirven de lugar para anidar las aves.